Pero en la realidad ¿Cómo aplica esto? ¿Para qué me sirve este derecho? ¿Qué utilidad tiene expresarme?

Al hablar de expresión me refiero a todo tipo de manifestaciones hacia el entorno, toda la información que emana de nosotros hacia los demás, a través de las cuales transmitimos nuestros sentimientos, pensamientos o emociones sobre un algo en concreto.

Actualmente tenemos diversos medios para expresar nuestras ideas y sentimientos, entre los cuales destacan las redes sociales, ya que es súper práctico obtener información y expresarnos respecto a los temas que nos mueven, en ellas encontramos a muchos de nuestros amigos y conocidos, así como también a quienes no conocemos en lo absoluto.

Es importantísimo conocer cuáles son los límites que no queremos cruzar al hacer uso de nuestra libertad de expresión en redes sociales, ya que eso no sólo depende de la propia normativa de cada red, sino de manera fundamental de los límites personales que decidimos de acuerdo a las consecuencias negativas de nuestras expresiones, ya que éstas pueden sembrar odio y rencor, violentar la integridad y el honor de otras personas, o bien pueden ayudar a construir un mundo más justo, armónico en el que nuestra convivencia sea pacífica.

Al final la libertad en todos los sentidos es el bien más preciado al que ningún individuo debe renunciar, pero ésta siempre conlleva una gran responsabilidad, pues la libertad por sí misma no es garante del buen desarrollo del individuo y la comunidad, pero esta libertad, acompañada de sabiduría, autocrítica y humildad, es lo único que nos permitirá crecer como personas y como sociedad. Así pues como dice la famosa frase que se adjudica a Voltaire “Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.