Por David Uriarte /

Dicen que, entre una mina de oro y una mina de pobres, es mejor la segunda. “Nadie sabe para quien trabaja” reza el refrán, los gobiernos del PRI y del PAN trabajaron duro construyendo la pobreza en México y su derrota política, que los tiene al borde de la cárcel.

La democracia se arrodilla ante la aritmética y la nombra su juez, las elecciones se ganan con votos, no importa la persona, importa el proyecto que oferte esperanza de abandonar el sufrimiento de la pobreza, el proyecto que oferte una calle segura, una salud digna, una enseñanza accesible al bolsillo carente de liquidez, en fin.

La democracia se reduce al convencimiento mayoritario a través de las creencias derivadas de la ideología política de un partido, liderado siempre por su mesías, no importa el nombre de la persona o el nombre del partido, importa el grado de convencimiento reflejado en el número de votos en las urnas el día de la elección.

Lo que no pensaron los gobiernos del PRI en su borrachera de poder posrevolucionario, y los gobiernos del PAN en su incipiente fiesta de gala por arrebatarle la batuta al PRI… que “en el pecado llevarían la penitencia”, ¿Cuál fue el pecado del PRI y del PAN cuando fueron gobierno? Hacer pobres, y ¿Cuál fue la penitencia? Perder el poder político en 2018.

Hoy la fiesta es de aquellos que reciben apoyo para el bienestar de las niñas y niños hijos de madres trabajadoras, producción para el bienestar, crédito ganadero a la palabra, tandas para el bienestar, sembrando vida, jóvenes escribiendo el futuro, y el programa de pensión para el bienestar de las personas adultas mayores.

Hay entidades como Oaxaca -donde dicho por el presidente López Obrador-, el 85% de las familias se benefician de los programas sociales. Las cifras según el INEGI en el 2020, es de 78 millones y medio de mexicanos de clase baja y 47 millones de clase media, esto equivale al 98.5 de la población total.

La mina y el negocio están principalmente en el 60% de los pobres, que matemáticamente hacen mayoría de credenciales de elector y mayoría en recibir los apoyos de los programas sociales, esto no se le hubiera ocurrido ni a Albert Einstein premio Nobel de Física.