Por David Uriarte /

La respuesta siempre será subjetiva o relativa en tanto, todo depende de cuáles mexicanos estamos hablando.

A los mexicanos que viven en el extranjero por su gran capacidad adquisitiva, su preocupación tiene que ver con la caída de la bolsa de valores o la depresión económica mundial; a los mexicanos que viven en el Estados Unidos cuya mano de obra es la que no quieren hacer los americanos, lo que les preocupa es que no les falte el empleo para mantenerse y mantener a sus familias que dejaron en México, así lo indican las remesas que dada vez son más.

Los empresarios mexicanos se preocupan por la tasa impositiva de su régimen fiscal, algunos tienen miedo ser intervenidos o investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera, o invitados por el SAT a cumplir con su tributación en los términos que exige la ley.

A los mexicanos que pertenecen a la burocracia les preocupan mantener su empleo y sus prestaciones principalmente los servicios médicos; cosa parecida les pasa a los mexicanos que viven en la informalidad, sólo quieren mantener una fuente de ingreso, aunque no gocen de la seguridad social.

A los profesionistas que mantienen un nivel satisfactorio para cubrir las necesidades básicas de la familia -incluyendo vacacionar por el interior de la república o incluso en el extranjero-, les preocupa perder el poder adquisitivo y no protegerse para la vejez.

A todos los estratos sociales, desde los que tienen garantizada la tranquilidad económica por muchas generaciones más, hasta los que viven al día… les preocupa la vida, la salud, la libertad, la economía, la familia, la educación, pero, principalmente les preocupa el grado de inseguridad que se vive y se siente en los últimos años.

La justificación de cuál o cuáles son las causas de la violencia e inseguridad en México, poco o nada satisface a los mexicanos; saben que es igual el rancho de cien habitantes, que la metrópoli de 10 millones de habitantes… igual la zona rural, que el campo pesquero… el restaurante modesto o de lujo, o la zona residencial con videovigilancia. Los homicidas, sicarios, o sociópatas no respetan lugar, persona, o autoridad; así está documentado por la percepción social.

A los mexicanos en general les preocupa la inseguridad, la economía, y la salud; pero más la inseguridad, conservar la vida y el patrimonio es preocupación legítima del humano.