Por David Uriarte /

La Organización Mundial de la Salud propuso hace una década, establecer este día para promover una mayor conciencia social en torno a la salud sexual, cada año, la celebración tiene un lema distinto, hoy es “el placer sexual en tiempos de COVID-19”.

Para que la salud sexual se logre y se mantenga, agrega la OMS, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud.

La sexualidad es un aspecto central del ser humano a través de su vida se incluye sexo, identidades y roles de género, orientación o preferencia sexual, erotismo, placer, intimidad y reproducción.

Sin duda un buen pretexto para reflexionar sobre la salud sexual personal o por lo menos preguntarse ¿tengo salud sexual? La respuesta da vuelta a temas que a veces ni se imaginan… Salud sexual tiene que ver con el grado de aceptación a la masculinidad o femineidad, con las expresiones y prácticas eróticas, con la capacidad de vincularse en el afecto con la o las parejas, con la construcción de intimidad a través de los condicionamientos culturales que la familia impone de manera formal o informal, con el descubrimiento del mapa erótico personal, es decir, no existen dos personas iguales en tanto los significados son distintos para cada quien.

Tema fundamental cuando se habla de salud sexual es el autoerotismo o masturbación, cuando esta palabra no se puede pronunciar delante de los hijos, mucho menos promover un autoerotismo sano, entonces hay que revisar las limitaciones propias.

Salud sexual representa la plenitud de las potencialidades como el género, erotismo, vinculación afectiva interpersonal y reproductividad.

La cultura determina conductas a través de los aprendizajes, en Latinoamérica, especialmente en México, las mujeres privilegian el afecto y los hombres el erotismo, esto genera un choque de expectativas y una serie de problemas a veces irreductibles, una serie de problemas que alimenta la estadística de conflictos de pareja y la disgregación familiar como consecuencia.

El bienestar o felicidad está asociado con la salud sexual, no se puede hablar de bienestar si la sexualidad está conflictuada.