La Harvard Business School o Escuela de negocios Harvard, es una de las principales escuelas de negocios en el mundo, de ahí que muchos empresarios mandan a sus ejecutivos o a sus hijos a prepararse para enfrentar la innovación y la competitividad de las empresas de clase mundial.

Una de las industrias muy competidas en Culiacán es la de alimentos, entre taquerías, restaurantes de comida rápida, comida oriental, japonesa, de mariscos, pollos, birria, y antojitos de todo tipo, las esquinas de la ciudad están adornadas con la oferta gastronómica.

Hay dos categorías de empresarios de la industria alimentaria, los que se quejan que no venden pero no cierran, y los que no se quejan y se dedican a lo que saben hacer; sus platillos exquisitos.

En un recorrido por la ciudad de Culiacán, se aprecian dos fenómenos relativos a la industria de los alimentos, los negocios de éxito medido en el tiempo de espera para encontrar un lugar disponible, y los negocios de sobrevivencia que siempre tienen espacio disponible para sus clientes.

El centro del análisis no es la segmentación del mercado o la composición de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) de Culiacán, el análisis describe el éxito de un negocio de birria. Un negocio ubicado en la sindicatura de Aguaruto, un lugar sin grandes lujos, pero siempre repleto de comensales.

Don Antonio Pérez Sánchez, un hombre graduado de la universidad del esfuerzo, encontró en el sentido común su fortaleza empresarial.

Al ver la aglomeración que tras una ansiedad contenida buscaban un lugar para disfrutar de la comida, le pregunte a Don Antonio ¿cómo le hizo para construir el éxito de su negocio?

Su respuesta fue espontánea y precisa: “hay varios elementos, la calidad del producto, la presentación del producto, la limpieza, y lo más importante, la atención al cliente”.

Así resumió la ecuación del éxito en la industria de los alimentos condimentados donde el liderazgo es evidente.

Don Antonio preparó a su hija Alma Yaneth y su hija ya está preparando a la tercera generación, quienes sin ir a la Escuela de Negocios de Harvard, no se dan abasto con tanta clientela.