Por David Uriarte  /

Desde el punto de vista psicológico, las actitudes y comportamientos revelan o expresan intenciones o ganancias secundarias, es decir, ante una realidad social, una expresión emocional.

Mientras algunos elementos de la policía federal se amotinaban en las instalaciones de mando, el presidente Andrés Manuel López Obrador le daba vuelo a la información: primero, en redes sociales diciendo que “había mano negra” en el movimiento de los policías, después, manejando en redes sociales su habilidad para “macanear” desde la esquina caliente refiriéndose a la tercera base.

No se trata de buscar culpables, se trata de buscar soluciones, y las soluciones tienen que ver con las necesidades propias de cada grupo o movimiento en busca de justicia institucional.

Lo paradójico entre el movimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y el movimiento de la Policía Federal, es la evaluación.

A los maestros de la CNTE se les eximió de las evaluaciones como parte del paquete de soluciones, sin embargo, a los elementos de la Policía Federal se les exige que hagan sus evaluaciones para poder permanecer en activo.

La competitividad tiene que ver con habilidades, destrezas, capacidades y buen desempeño en la materia, evaluar a unos sí y a otros no, levanta o construye un grado de sospecha de intereses que traspasan lo laboral y tocan lo político.

Hoy lo dijo el Presidente, “democracia es orden, política es orden”, tal parece que la forma de poner orden no aplica igual para todos.

En el fondo de los asuntos que dan incertidumbre a la gobernabilidad de un País, están las intenciones, el rumbo y la dirección que el mandatario o gobernante le quiere dar a su régimen político.

Un principio general del derecho es que, “lo accesorio sigue la suerte de lo principal”, y si en México lo principal lo decide su Presidente, lo accesorio es la cauda que sufre sus consecuencias.

Todo, absolutamente todo, surge de la estructura del pensamiento, vender la idea de “no pasa nada”, es producto de intenciones que sólo el cerebro que lo expresa lo sabe, no siempre se dice lo que se piensa y a veces no se piensa lo que se dice.