Por David Uriarte /
El miedo es propio del instinto de conservación, los humanos sienten miedo cuando ven una amenaza real o imaginada, los industriales también. Los industriales de la masa y la tortilla sienten miedo al ver una amenaza como sombra inquietante sobre sus negocios, en Sinaloa son ocho mil familias que dependen de la industria de la masa y la tortilla, es una cadena de producción asociada a la canasta básica, a lo básico y fundamental del humano, su alimentación.
Si el gobierno morenista les cumple la propuesta (amenaza), el precio de la tortilla será regulado y controlado por el gobierno, los reglamentos previos de la industria de la masa con los ayuntamientos serán derogados y las cosas se pondrán tensas entre los industriales y el gobierno.
En medio de esta contienda de intereses, está la sociedad que necesita ser alimentada. La tortilla es culturalmente alimento de primera necesidad, no se puede imaginar a un mexicano sin su tortilla en la mano y su deuda en la bolsa.
Desde hace meses, el líder de los Industriales de la Masa y la Tortilla, Rafael Uriarte Quiroz, ha tratado de suavizar las diferencias y llegar a puntos de acuerdo donde todos ganen, sin embargo, todo indica que la instrucción está dada y dentro de poco se conocerá el proyecto del gobierno federal con relación a la regulación del precio de la tortilla.
No se habla todavía de subsidio al gas o a los insumos, sólo se habla de controlar el precio por parte del gobierno, esto detonará -igual que en el caso de los estacionamientos- una inconformidad legitima de los propietarios que viven de promover los servicios, los productos y la empresa.
Hace días, Jaime Montes Salas, delegado del Gobierno Federal en Sinaloa tuvo un acercamiento casual con el líder estatal de los tortilleros, Rafael Uriarte, quedaron formalmente de platicar para poner en la mesa de la discusión el proyecto federal relativo al precio de la tortilla, desde entonces, la urticaria es lo menos que han tenido los tortilleros al saber que pronto intentarán amarrarles las manos de las decisiones de su industria. El miedo de los tortilleros está fundado en la quiebra de sus negocios, esperemos que las cosas no se desborden en época electoral.