Por David Uriarte /
Larga es la fila de ‘los busca chambas’, mientras unos pocos son buscados para ocupar ciertas posiciones en el nuevo Gobierno del Estado de Sinaloa, otros tantos –por no decir que muchos– buscan el contacto, la recomendación, el acercamiento con cualquier persona que sea el puente para llegar a los oídos de Rubén Rocha Moya.
Los que tienen su plaza segura por ser burócratas sindicalizados, también aspiran a puestos de confianza o encargos con más remuneración; los empleados de confianza buscan su basificación o su ratificación, buscan asegurar su estabilidad laboral; aquellos que se sienten con derecho a ser tomados en cuenta por haber sudado la camiseta en la campaña política, también representan un buen número de aspirantes a estar en la nómina del gobierno del estado.
Una semana después de las elecciones del 6 de junio, los rochistas, cuenistas, oportunistas, traicioneros, hipócritas, doble cara, arrepentidos, necesitados, ilusionados, y desempleados, empezaron a tejer su propia estrategia: cómo colarse en el ánimo del candidato ganador.
Los rochistas, cuenistas y asalariados de la campaña política, tienen una justificación más que legítima, pero todos los demás se aventuran a pensar que pueden engañar a Rocha Moya, ofreciendo sus servicios con una marca o mancha en su hoja de servicio: la traición.
Los medios de información y los analistas políticos (algunos) siempre le juegan a los profetas, dan por hecho nombres y puestos, suponen y especulan justificando su dicho en aseveraciones y juicios personales. Es cierto que la experiencia de los analistas es importante, pero tratándose de chambas el que paga manda, y en este caso el titular del poder ejecutivo es quien dará el visto bueno para los puestos más importantes en su función y su costo nominal.
No faltan los ilusos que se venden caro, es decir, aquellos que piensan que Rocha los tiene en la mira como candidatos a ocupar un puesto. Muchos de estos, ya hicieron promesa a otros tantos de incluirlos en la nómina de gobierno; el desencanto para muchos de ellos está a pocas semanas de distancia.