Por David Uriarte /
Así como el médico egresado de la Facultad de Medicina de la UAS, Hugo Javier Sosa Arámbula, fue reconocido por el comité científico del laboratorio Pfizer como el mejor promedio del año 2021 a nivel nacional, así han desfilado por la carretera del éxito una serie de profesionistas de todas las unidades académicas de la tercera universidad más grande del país.
Otro caso de éxito hablando de médicos, es el gineco-obstetra Juan Ignacio Velázquez Castelo, egresado de la UAS, y formado en el Hospital Civil de Culiacán; algunos piensan que los mejores médicos son los formados en universidades como Harvard, Oxford, o Cambridge, déjenme decirles que la Facultad de Medicina de la UAS es reconocida en el mundo como una de las mejores.
El Doctor Velázquez se distinguió desde su niñez por la excelencia y el sentido común, su padre uno de los primeros doctores en ingeniería que tuvo la UAS, primero como estudiante y después como funcionario universitario donde entregó literalmente su vida.
El tránsito del doctor Juan Ignacio Velázquez por las aulas lo distinguió por sus competencias, desde los ocho años aprendió el idioma inglés y terminó sus estudios de primaria en el estado de Arizona del vecino país, precisamente cuando su padre hacía su Doctorado.
En su debut como profesionista de la medicina institucional y privada, se perfiló como un resolutivo clínico y cirujano de la ginecología y la obstétrica, eso lo ubicó en la mira de los administrativos de Hospital Ángeles donde labora actualmente.
El tema de los profesionistas de éxito se reduce a tres cosas: conocimiento, habilidad, y vocación. La UAS a través de la Facultad de Medicina es un semillero de profesionistas exitosos que ponen en alto a las unidades académicas y autoridades de la institución, alumnos cuyas habilidades y destrezas los hacen tan competentes como los mejores del mundo, vocación que se traduce en resultados estadísticos o evidencia del éxito.
Así como el doctor Juan Ignacio es un referente de la academia y la práctica exitosa, así miles de estudiantes hacen fila, primero, construyendo su sentido de vida… después, regresando a la sociedad su cuota.