Por David Uriarte /
A partir del mes de mayo, cada martes en la mañanera se informará de los avances en materia de salud. Hoy aseguró el Presidente que la pandemia desvió el proyecto de mejora del Sistema de Salud en México, pero que a partir del mes de mayo se retoman los esfuerzos para ofrecer al pueblo un servicio donde los médicos y las medicinas no falten.
Minutos antes de este aviso, el canciller Marcelo Ebrard, informó de los convenios firmados a diez años con farmacéuticas de la India, se prevé asegurar el abasto de ciertos medicamentos y vacunas con el fin de ofrecer la atención y el tratamiento completo a los pacientes.
Con este esquema es posible que la Secretaría de la Defensa Nacional ahora si se dedique a la organización y entrenamiento de las fuerzas armadas, la defensa de país y ayudar a la sociedad civil en casos de desastres, también se podrá reforzar la infraestructura de la Secretaría de Salud para eficientizar la logística del reparto de insumos a todas las unidades de salud del país.
El experimento de fusionar las unidades de atención primaria y secundaria de la Secretaría de Salud con las del IMSS, ya se puso en marcha en el Nayarit; a fin de año se verán los resultados tanto en la disminución de los índices de enfermedad de los nayaritas, como en la optimización de los recursos materiales y humanos del Sector Salud.
La brecha o el espacio entre lo dicho o prometido y lo hecho o cumplido, será el indicador del cumplimiento de la promesa del presidente López Obrador.
Es evidente que la pandemia destapó las carencias de una sociedad que clama por tener seguridad, salud, y empleo bien remunerado, si son ciertas las cifras del 95% de impunidad y aun así las cárceles están llenas de delincuentes, hay dos escenarios siniestros: muchos delincuentes en la calle tapados con la cobija de la impunidad, y una insuficiencia de espacios carcelarios si se acaba la impunidad y los delincuentes son recluidos a las cárceles.
Respecto a la salud de los mexicanos no hay mucho que repetir, sólo rezar si se es persona de fe, tener los suficientes recursos económicos para salir a buscar la salud en los países cuyo esquema es de primera, enfrentar con las manos vacías al Goliat de la enfermedad, y esperar el cumplimiento de la promesa que hizo el Presidente desde su llegada al gobierno.
En materia de salario ya ni hablar, las estadísticas no ofrecen datos alentadores.