Por David Uriarte /

Los expertos en materia de derecho laboral están viendo para otro lado mientras escuchan el anuncio de la contratación de médicos extranjeros, un abogado experimentado me hace llegar la transcripción del articulo séptimo de la ley federal del trabajo en México.

 

“Artículo 7o.- En toda empresa o establecimiento, el patrón deberá emplear un noventa por ciento de trabajadores mexicanos, por lo menos. En las categorías de técnicos y profesionales, los trabajadores deberán ser mexicanos, salvo que no los haya en una especialidad determinada, en cuyo caso el patrón podrá emplear temporalmente a trabajadores extranjeros, en una proporción que no exceda del diez por ciento de los de la especialidad. El patrón y los trabajadores extranjeros tendrán la obligación solidaria de capacitar a trabajadores mexicanos en la especialidad de que se trate. Los médicos al servicio de las empresas deberán ser mexicanos”.

 

Por lo pronto los representantes de los colegios médicos en México que hicieron su manifiesto de reconsideración a tal anuncio gubernamental, ya fueron exhibidos como neoliberales entre otros calificativos.

 

También hay otra petición del gremio médico que no se ha socializado lo suficiente: someter a los médicos extranjeros al examen nacional para las residencias o especialidades médicas, en igualdad de condiciones y circunstancias, si son igual o mejores que los mexicanos, adelante con su capacitación, adiestramiento y contratación.

 

La otra postura más democrática y alineada a los principios de la 4T, es: la consulta. ‘Hagamos una consulta nacional donde se les pregunte a los mexicanos si están o no de acuerdo en la contratación de personal de la salud de origen extranjero’… Así mismo, en la consulta que se diga cual es el salario que devengarán estos “profesionales de la salud”.

 

Por otra parte, en el hipotético caso de la contratación de dicho personal de origen extranjero y salvadas las condiciones legales y técnicas, la pregunta es: ¿Cómo van a trabajar en una comunidad donde no hay medicamentos, quirófanos, o máquinas de anestesia? O ¿Para ese personal sí habrá infraestructura, material y equipo?

 

Lo más profano sería pensar que el personal contratado sea todo menos “personal de la salud”, seguramente la SEP certificará la homologación del título y la cédula.

 

Los análisis deben ser sustentados, no todo pueden ser ocurrencias.