Por David Uriarte /
Después de la incertidumbre aparece la realidad, los sinaloenses han vivido horas de incertidumbre, amenazas cambiantes del fenómeno hidro-meteorológico, informes fallidos de las autoridades, desgracias humanas, y daños en la infraestructura del fluido eléctrico; un servicio de agua potable afectado también por las lluvias, árboles derribados por los vientos, y en general unos servicios públicos municipales saturados por las altas demandas tanto en la ciudad como en la periferia.
Sin duda los que más trabajo tuvieron en estos días fueron los trabajadores del servicio de Protección Civil Estatal y Municipal, Bomberos, policías estatales y municipales, Cruz Roja, y los servicios informativos de radio y televisión.
Por su parte Gobierno del Estado, especialmente los gobiernos municipales de Ahome, Guasave, Salvador Alvarado, Angostura, Navolato, Culiacán, Elota, y Mazatlán, se mantuvieron alerta todo el fin de semana incluyendo el día de ayer lunes 23 de octubre.
Conforme baja la incertidumbre y los niveles de agua bajan dejando al descubierto los daños en las carpetas asfálticas de las carreteras estatales, y en las calles de las principales ciudades del estado, se puede dimensionar el tamaño del esfuerzo gubernamental que sigue.
Llegó la hora de reconstruir, de subsanar lo que se puede, las pérdidas humanas son irreparables, los miedos experimentados dejan su secuela en las personas susceptibles emocionalmente, la sociedad en general trata de incorporarse a la vida diaria esperando ayuda de sus gobiernos, esperando el restablecimiento de los servicios públicos municipales, agua potable, electricidad, y transporte público.
En las crisis es cuando se sabe de que está hecho cada gobierno, es cuando se sabe cual es la resistencia estructural, financiera, y la verdadera capacidad para resolver problemas sociales… Es la prueba de la vocación social de los gobernantes, es la prueba del compromiso asumido cuando fueron electos por una sociedad que cree en ellos y su capacidad.
Lo que se arregla con dinero es barato, las pérdidas de vidas humanas es la calificación que da el destino a cualquier gobierno, no falta quien compare la desgracia de la franja de Gaza con la desgracia de Baja California Sur y Sinaloa, a las familias damnificadas no les importa la comparación, sólo viven el sufrimiento, pasada la tormenta, viene la calma y la hora de reconstruir.