Por David Uriarte /

Las grietas son separaciones a veces milimétricas y a veces tan distantes que más que grietas son boquetes.

Relaciones de familia, de trabajo y de amistad son susceptibles a los embates de las diferencias ideológicas tanto políticas como religiosas, una verdadera amistad soporta los tirones de la diferencia, sin embargo, todos los materiales se fatigan y cuando el material de la amistad está contaminado con el interés, la prudencia no soporta la temperatura de los intereses ajenos.

Las grietas que deja la política en la amistad tienen que ver con un cierto grado de envidia a veces no percibida, envidia a ser superados por los otros y no tener el privilegio de la razón que les asiste a los demás; frustración al ser exhibidos como perdedores, impotencia al reconocer, dar la mano y ver a los ojos del triunfador, en fin… las grietas que deja la política en la amistad pueden ser tan profundas que se conviertan en boquetes irreparables.

La pasión es la envoltura del regalo, la razón es el regalo en sí mismo, cuando los miembros, simpatizantes o creyentes de ciertos movimientos o partidos políticos se apasionan, eventualmente se olvidan de la razón y el derecho a la diferencia.

Lo mismo ocurre cuando le apuestan todas las fichas a una persona en razón de interés laboral, de género, o ideología política, siempre habrá fracciones, los números absolutos no son opción de la democracia, apasionarse es creer que la envoltura es el regalo; así nacen las grietas de la política en la amistad.

Distancia, silencio, evasión, o ausencia entre los amigos después de un proceso electoral, es indicio de una posible grieta, coraje, reclamo, resentimiento, denostación, es evidencia de un boquete en la relación de amistad.

Se necesita madurez emocional para respetar a los demás, para entender que no hay una ley que obligue a los demás a pensar igual que uno, que la diferencia es la constante, que el respeto es como una calle de doble sentido; de aquí para allá, y de allá para acá.

Esperar o creer que la amistad es sinónimo de compromiso, es tropezar con una diferencia construida por uno mismo, la amistad es un vínculo emocional construido sobre el núcleo del respeto mutuo.