Muchos confunden el nombre de la persona con la esencia del ser. La esencia de la persona es la suma de todas las variables que intervinieron en su desarrollo.

Todo empieza con el deseo de tener relaciones sexuales con alguien. No siempre ocurre que al mismo tiempo la pareja esté deseosa de tener relaciones sexuales, y mucho menos que al mismo tiempo esté planeando que el producto de dicha relación sexual sea la fecundación. De lo anterior se desprende el razonamiento que pone en evidencia que la inmensa mayoría de las personas son producto de una relación sexual cuyo objeto solo era el placer sexual de sus padres. Cuando el resultado de dicho placer sexual se transforma en embarazo, empieza el camino de la vida.

Saber quien soy implica tomar conciencia del origen de la vida

Los padres pueden o no estar deseosos de tener un hijo. Es el tamaño del deseo de los padres lo que finca las expectativas de vida del nuevo ser. Conscientemente nadie sabe si es producto del deseo de tener un hijo, o producto del deseo sexual exclusivamente.

Muchas personas se preguntan el origen de su forma de ser, buscan encontrar respuestas en la razón y la lógica del adulto, dejando de lado la etapa más importante de la vida; la concepción y la niñez.

Para muchos, el único conflicto de su vida es la incapacidad para socializar o relacionarse afectivamente con otros, resultando incapaces de establecer vínculos duraderos con otra persona. Otros prefieren mantenerse al margen simplemente por miedo al rechazo emocional. Muchos más sufren por la dependencia enfermiza que ellos mismos establecen con las demás personas, resultándoles catastrófico el simple hecho de pensar que las puedan abandonar.

También las hay aparentemente extrovertidas como producto de una gran necesidad de reconocimiento social, buscando constantemente los reflectores que les ratifique la importancia ante los demás. Otro grupo importante de personas comparten la característica de sentirse autosuficientes en todo o en casi todo, creyendo incluso que no necesitan de los demás para vivir y convivir en un mundo que cada vez se vuelve más tecnificado y carente de los espacios suficientes para promover los afectos y sentimientos de los demás. Un grupo importante es el de las personas cuya sed deser los lleva a conseguir sus objetivos sin importarles pasar sobre los derechos de los demás, piensan que lo más importante es ver cristalizados sus objetivos, independientemente del precio a pagar o la estrategia a utilizar.

Un grupo amplio es el de los agresivos, personas que tienen poco control sobre sus impulsos y sus emociones,viven constantemente en un mundo hostil que les roba toda posibilidad de ser felices. Hay personas que bajo el supuesto del orden y la disciplina tratan de manipular a los demás, creyendo que todo debe estar siempre bajo control, estas son personas rígidas en su forma de ser y de pensar, personas difícil de convencer aún con la razón y la verdad en la mano.

Seguramente usted conoce a las personas que siempre quieren ser diferentes, diferentes en la forma de vestir, diferentes en la forma de vivir, diferentes en todo.

Muchas personas viven constantemente presos de sus pensamientos y creencias falsas, estas personas experimentan un pensamiento delirante que los lleva a estar convencidos de que así son las cosas, nada más recordemos a las personas que están convencidas que el final del mundo será en tal o cual fecha, o aquellas que aseguran que ven a, o platican con los ángeles o las divinidades.

Saber quien soy implica tomar conciencia del origen de la vida, encontrar o aproximarse a la realidad que sostiene la existencia, independientemente de cuál sea esta. Saber quien soy es tarea mucho mas titánica que saber donde nací, o quiénes son los padres biológicos, saber quien soy es descubrir la parte espiritual de la vida, sin que esto se confunda con lo religioso o lo dogmático.