Por David Uriarte /
La evolución sociológica de las culturas representa el cambio ontogénico, es decir, cada uno de los integrantes de una sociedad va evolucionando de tal forma que impacta en la colectividad.
Los pueblos evolucionan según la inteligencia social, carreteras, industrias, comercio; educación, salud, economía, investigación y gobernabilidad, es producto de la adaptación social a los cambios.
Las culturas patriarcales tienen distintas aristas, desde el radicalismo o fundamentalismo, hasta la manipulación de los roles vendiendo la idea de una política de género y un empoderamiento de la mujer ante las nuevas realidades.
Poco a poco el mundo busca las simetrías funcionales, las paridades y las igualdades… hoy el mundo exhibe una metamorfosis en el cerebro masculino, una comprensión sana de hechos y realidades, una adaptación a las condiciones sociales que exigen más que espacios el respeto a las diferencias.
Los países latinoamericanos -especialmente los conquistados por los españoles-, han aprendido y desaprendido: han aprendido que la esclavitud es mucho más que rejas, y han desaprendido modelos de poder que arrastran una violencia sorda que se incorporó como una normalidad social.
México transita gracias o a pesar de tener de vecino al país más poderoso del mundo, en cambios culturales que incluyen el poder político en manos de las mujeres; sólo falta tener en una mujer la representación de la república, ya hay gobernadoras, el vecino estado de Sonora es actualmente gobernado por una mujer, ese ejemplo puede cundir a los sinaloenses y decantar su intención de voto para que una mujer también gobierne Sinaloa.
Los sinaloenses están a unos días de poder ver en las candidaturas al gobierno a mujeres capaces, decididas, empoderadas, y franca competencia con las propuestas de los hombres.
Del discurso a los hechos es la transición que se necesita para que Sinaloa tenga a una mujer sentada en la silla de la gubernatura, mujeres interesadas hay y de todos los partidos políticos, sólo falta darle vuelta a la página de la historia a través del voto este próximo junio. No sería un experimento, sería una transición sociopolítica.