Por David Uriarte /
Cuando de política se trata, todos los reductos son oportunidad, y todas las relaciones cuentan, más si se trata de tener un suegro con in fluencias y dinero.
El arribo de las nuevas generaciones al terreno de la política en cualquiera de los tres poderes, principalmente el legislativo y el ejecutivo, requieren de algo más que talento, requieren de una red de apoyos políticos, económicos y de medios. Aquellos cuadros valiosos que se han quedado en el camino, han envejecido en espera de una oportunidad por un partido o por un grupo, ellos saben que no todo es presencia y constancia, se requiere la suerte de un padrinazgo real.
La historia política del siglo XXI, como la historia política de siempre, demuestra la importancia de las relaciones y su capitalización, en los estados la mejor palanca es el gobernador en turno. En Sinaloa hay evidencia de hechuras políticas de Juan S. Millán, Jesús Aguilar Padilla, Mario López Valdez, Quirino Ordaz Coppel, incluso de Rubén Rocha Moya el cuasi gobernador.
La conformación de la actual legislatura en Sinaloa refleja la mano de exgobernadores, los primeros indicios se dieron en la designación de candidatos por la vía plurinominal, la evidencia se refleja en la leyenda que no señala el número de su distrito, en su lugar aparece “Representación proporcional”, ¿Por qué los artífices de su herencia política no mandaron a sus pupilos, hijos, yernos, amigos, o recomendados por tierra? Por una sola razón: porque perderían.
Aquí es donde está la magia de la política y la ‘politiquería’, aquellos candidatos perdedores fueron alentados para formar una cortina de humo entre el deseo legítimo y la realidad, entre más perdedores más oportunidades para los deseos y la voluntad de los verdaderos tejedores de la agenda política en Sinaloa.
Las trayectorias meteóricas siempre obedecen a la disciplina del alumno, se dejan guiar por la mano de la experiencia y el poder del maestro, y si hay una relación de afecto o cercanía familiar mejor. Tener un familiar doblemente político, no siempre garantiza el éxito, también se necesitan ciertas características, principalmente prudencia, discreción y paciencia.