Por David Uriarte

Una cosa es comer y otra nutrirse, son conceptos distintos confundidos con frecuencia, lo mismo está pasando con el tema de las vacunas. La vacuna rusa Sputnik V se aplica en dos dosis con tres semanas de diferencia entre la primera y la segunda dosis, adenovectores virales humanos es el mecanismo de acción, adeno quiere decir que utiliza virus que provocan el resfriado común, y vector significa una forma de transmitir material genético a las células humanas. La efectividad de esta vacuna es del 91.6% pudiendo llegar hasta un 97.6% previene el 100% de casos graves, presenta efectos secundarios como dolor, fiebre, o migraña.

La vacuna Pfizer desarrollada por Estados Unidos y Alemania, fue la primera vacuna aplicada en México al personal de salud, su tecnología se sustenta en un ácido ribonucleico mensajero lo que hace que las células del cuerpo produzcan una proteína que genera las defensas o inmunidad. Esta vacuna se descompone o inactiva muy fácil por eso necesita estar a 70 grados bajo cero en ultra-congeladores, se aplica en dos dosis con un 80% de efectividad en la primera dosis, y un 94.7% en la segunda dosis, los virólogos están considerando una tercera dosis a los 6 ó 12 meses después de la primera dosis, los efectos secundarios pueden ser dolor de cabeza, escalofríos, temblores, náuseas, diarrea, y fatiga.

La vacuna de AstraZeneca es del Reino Unido y la Universidad de Oxford, se aplica en dos dosis con 4 a 12 semanas de diferencia, también utiliza la técnica de adenovirus parecida a la vacuna rusa, su efectividad alcanza un 70% en la primera dosis y previene el 100% de hospitalizaciones, y evita el riesgo de transmisión, también presenta efectos secundarios leves y se le asocia con casos de trombos en la sangre, aunque no existe evidencia científica de tal efecto y está recomendada por la OMS.

La vacuna CanSino desarrollada en Beijing China, fue adquirida por México en granel y está siendo envasada en Querétaro, su tecnología es similar a la vacuna del Ébola, es de una sola dosis, previene el 95.7% de casos graves y el 100% de hospitalizaciones.

Para un sistema inmune débil, cualquier vacuna es buena.