Por David Uriarte

Después de un terremoto, tsunami o pandemia, las cosas son diferentes en las sociedades que las padecieron. En México, particularmente el tema de las políticas públicas y la forma de hacer política, sufrirán un refresh o actualización.

No se puede ser políticamente asertivo con modelos vetustos, la transición generacional requiere el dinamismo de las formas y la comunicación, como siempre, hay que convencer al incrédulo y al escéptico que son la mayoría, hay que hacer propuestas acompañadas de acción, hay que resolver los temas obvios de la sociedad: pobreza, inseguridad y salud.

Las nuevas formas plantean un modelo de políticos emprendedores, es decir, que le apuesten a la innovación como método alterno de resolución de problemas con una medición objetiva. Lo anterior significa de alguna manera el adiós al discurso elocuente y la bienvenida a los planteamientos de fondo, a las propuestas de soluciones viables, y la inmediatez de la resolución.

Los dirigentes partidistas como Jesús Valdés del PRI, Héctor Melesio Cuén del PAS, igual que los legisladores como Sergio Jacobo, o Angélica Díaz, en una palabra, todos los que busquen ayudar al pueblo, después de la pandemia tendrán que estar reinventados, es decir, adaptarse a las nuevas condiciones sociales, laborales, académicas y por supuesto políticas.

Así como el tiempo del engrudo y el esténcil quedó atado a la década de los setentas del siglo pasado, el tiempo de los discursos incendiarios, provocadores y seductores se agotó, hoy es la inmediatez de la información, la actualización de los temas globales y la resolución de los problemas sociales.

Precisamente en la resolución de los problemas sociales se basará la nueva estrategia política, es el tiempo de los cómo, no del por qué, son los tiempos de mediciones cortas, es decir, no se puede esperar a que una estrategia funcione en los meses o los años; la sociedad quiere soluciones ya, las familias quieren comer hoy, quieren sentirse seguras hoy, quieren empleos hoy… Esto contrasta con las promesas de siempre, la nueva forma de hacer política será la mejor criba para encontrar los verdaderos liderazgos.