Por David Uriarte /

Desde el siglo pasado, una asociación denominada ProVida cuyo presidente fue Jorge Serrano Limón, buscó cambiar el rumbo de la educación sexual en México, las evidencias registradas señalan malos manejos de sus finanzas. Sin embargo, el tema no es la probidad de Jorge Serrano, sino el rumbo de la educación sexual integral en niños, niñas y adolescentes en México.

Las declaraciones de la Ministro en retiro Olga Sánchez Cordero, hoy titular de la Secretaría de Gobernación, a Joaquín López-Dóriga en su noticiero radiofónico del 15 de julio de este año, son contundentes: nos quieren imponer una educación sexual “creacionista”.

Lo anterior al referirse al famoso PIN parental en la Región de Murcia en España, propuesta generada en el seno del partido ultraderechista llamado VOX que busca o propone que los padres puedan decidir si sus hijos acceden a ciertos contenidos educativos en materia de sexualidad.

Esta idea viola la constitución en su artículo tercero, dice la abogada Olga Sánchez Cordero, y ya ha sido analizada en algunos estados de la república mexicana, sin embargo, son los educadores sexuales con formación científica, activistas y asociaciones incorporadas a la Federación Mexicana de Salud Sexual (FEMESS), los que están alertando a los congresos locales, familias y sociedad en general a tener cuidado con el retroceso que implica el PIN parental.

La jurisconsulta llamó -censura previa de los padres- al veto parental que pretende hacer de su postura moral, religiosa o ética, la norma que construya los contenidos en materia de sexualidad.

Siendo México un país donde el abuso sexual infantil sigue en los primeros lugares igual que el embarazo adolescente, se necesita el apego a la ciencia, a los derechos sexuales que se derivan o desprenden de los derechos humanos, y superar los atavíos dogmáticos y/o religiosos que distraen la conciencia colectiva con el afán de manipular los contenidos educativos en franco retroceso a la época de la conquista.

Primero ProVida, hoy el partido VOX con su PIN parental, cuando lo único que hay que hacer es ceñirse a los principios constitucionales de una educación laica y gratuita. Se necesita reforzar una educación sexual integral científica, no creacionista.