Por David Uriarte /

Es fácil opinar o dar soluciones desde la silla ciudadana, estar en la silla del gobernador, es otra cosa.

Si tú fueras responsable del gobierno en Sinaloa, las estrategias encaminadas a resolver el problema de los agricultores tomarían en cuenta el precio y las condiciones del mercado mundial, le pedirías dinero a la federación, involucrarías al Secretario de Agricultura estatal y federal, al Secretario de Gobernación, esperarías las indicaciones del Presidente, o todas las anteriores.

En el supuesto de tener en tus manos la responsabilidad de la seguridad pública de tus gobernados, y ante la realidad lacerante de los delitos de alto impacto social como los homicidios dolosos, las desapariciones, extorsiones, y feminicidios, saldrías a convencer a la sociedad que la estrategia está funcionando, jugarías con las estadísticas buscando la comparación que favorezca en el tiempo, buscarías culpables en los gobiernos anteriores, dirías que son hechos aislados, o que son ajustes de cuentas entre bandas rivales, crearías una estrategia mediática para desviar la atención de la sociedad y disminuir la percepción de un estado violento e inseguro, o todas las anteriores.

Si eres bueno para opinar creyendo que te asiste la razón y en el hipotético caso de tener el poder y la responsabilidad política del estado, al encontrarte con trabajadores del Sector Salud que tienen muchos años esperando y con la esperanza de que sus contratos se transformen en seguridad en el trabajo obteniendo su basificación, le dirías que se sigan esperando, les prometerías que no terminará tu gestión sin que ellos sean basificados, o mandarías a tu alfil de confianza a negociar con los liderazgos sindicales, o todas las anteriores.

Si Estados Unidos hiciera declaraciones donde afirma que en tu estado se produce la mayor cantidad de fentanilo, tu respuesta sería negarlo aun con la evidencia de los operativos de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional; o minimizarías la información, o para estar alineado con la federación y el jefe supremo de las fuerzas armadas, mantendrías el mismo discurso evadiendo la realidad.

Este ejercicio de imaginación es para quienes piensan que ser gobernador es fácil.

El poder es enemigo de la verdad, corroe la honestidad.

Ser gobernador es como ser padre, nunca sabes en que se convertirán tus hijos.